viernes, 5 de septiembre de 2008

Drunkorexia

La drunkorexia es un nuevo trastorno alimenticio que surge luego de una combinación de restricción de alimentos o atracones seguidos de vómitos con abuso de alcohol. Es decir, una mezcla de altas dosis de alcohol junto con anorexia o bulimia.
El 30% de las mujeres que tienen problemas con el alcohol tienen también algún tipo de desorden alimentario.
Fue descubierta por especialistas norteamericanos no dudan en asociar con la obsesión por la delgadez y la legitimidad social del exceso en el consumo de alcohol. El peligro de esta práctica es que no hay alimentos presentes en el estómago para frenar la absorción de alcohol en el sistema, lo que puede dar lugar a la persona convertirse en estado de embriaguez demasiado rápido, pasando a cabo, vómitos, o para obtener la intoxicación etílica. Those side effects, coupled with the long-term effects of anorexia on the body, can lead to death. Los efectos secundarios, junto con los efectos a largo plazo de anorexia en el cuerpo, pueden causar la muerte.
Actualmente, en consultorios privados, una de cada 150 personas acude por estas patologías. Las estadísticas muestran que el 30% de personas de 18-24 años salto de alimentos con el fin de beber más. Este tipo de enfermedad se da mayormente en mujeres que sufren algún desequilibrio en su vida como por ejemplo, la depresión posparto, altos niveles de presión y la exigencia que se vive en los grandes centros urbanos.



¿Cómo ayudar?
Ante la sospecha de que una persona puede padecer drunkorexia, lo primero que se debe hacer es observar las señales. Aunque son enfermedades silenciosas, hay algunas alertas identificables por el entorno:
• No comparte las comidas.
• Padece deterioro físico y/o hinchazón de la cara (como consecuencia del vómito recurrente).
• Pierde mucho peso en poco tiempo (entre 3 y 6 meses).
• Está obsesionada por el peso y las calorías de los alimentos.
• En el caso del alcohol, la repetición de la conducta y la dependencia son síntomas de alerta. Es decir, si una persona necesita del alcohol para relajarse o divertirse, sin lograr salir de ese estereotipo, entonces hay un problema.
• Van seguido al baño, especialmente después de comer.
• Se dan largas duchas después de comer.


Mujeres maduras y exitosas, también.
Los desórdenes alimentarios suelen iniciarse en la adolescencia y si en ese momento no reciben el tratamiento adecuado, las personas corren el riesgo de tener una recaída en el futuro. El 60 % de los casos de anorexia y bulimia se vuelven enfermedades crónicas. Aunque en el imaginario popular la anorexia o bulimia son entendidas como problemas propios de la adolescencia, afectan cada vez más a mujeres en edad madura, quienes ocultan mejor que las más jóvenes sus síntomas. Los maridos o familiares recién se enteran cuando aparecen problemas de fertilidad, pérdida de embarazos o crisis agudas. La incidencia de estos desórdenes en mujeres adultas también puede explicarse por la prolongación de la adolescencia. Las jóvenes de más de 25 años suelen expresar el miedo a crecer, tardan en irse de la casa de sus padres, postergan la maternidad (o no quieren tener hijos por miedo a engordar) y observan con inseguridad las perspectivas que les presenta el futuro. Se trata de mujeres que se mantienen en 8 o 10 kilos por debajo de su peso saludable, con ciclos más o menos agudos, pero invisibles en una sociedad que exalta la delgadez.

Riesgo de vida.
La comida o la ausencia de comida asociada al exceso de alcohol funcionan como un elemento mágico y peligroso. Brindan a quien padece esta dependencia la sensación de que puede controlar su peso, su estado de ánimo y su euforia.
Para la salud del organismo, estas combinaciones son literalmente cócteles explosivos. Si una mujer vomitó antes de ir a una fiesta, su cuerpo ya se encuentra deshidratado en el momento de consumir alcohol. La pérdida de potasio, sales y la falta de oxigenación en sangre son causas de riesgo cardíaco. El 10 %de quienes padecen esta enfermedad mueren a causa de ella. Otras consecuencias visibles son los accidentes de tránsito y otros males derivados del abuso de sustancias.

Fuente: revista ohlala